Fascitis Plantar

¿Qué es la fascia?

Antes de explicar qué es una fascitis plantar comenzaré explicando brevemente que es la fascia para poder entender esta lesión correctamente.

La fascia es un tejido conectivo fibroso que permite que los músculos se muevan libremente junto a otras estructuras y reduce la fricción. Está presente en todo el cuerpo.

Se encuentra inmediatamente debajo de la piel, alrededor de los músculos, huesos, nervios, vasos sanguíneos, órganos y células. Rodea y penetra todas las estructuras del cuerpo que se extienden de la cabeza a los pies. Biológicamente, es lo que nos mantiene unidos.

Las funciones principales de la fascia muscular son las siguientes:

• La fascia sostiene los músculos juntos y los mantiene en el lugar correcto.
• La fascia separa los músculos para que puedan trabajar de forma independiente el uno del otro.
• La fascia proporciona una superficie lubricada para que los músculos pueden moverse suavemente uno contra el otro.

Por su parte, la rigidez y el engrosamiento de la fascia debido al uso excesivo o a alguna enfermedad puede dar lugar a inflamación crónica del tejido y dolor continuo.

La fascia plantar conecta el calcáneo (talón) con los metatarsos (dedos). Su función es formar el arco del pie y amortiguar el impacto.

La lesión más frecuente de la fascia muscular es la fascitis plantar.

¿Qué es la fascitis plantar?

La fascitis plantar es la inflamación de la fascia plantar. Esta inflamación es más común en la zona más cercana al calcáneo, es decir, a la zona de inserción de la fascia. Suele ser debida a un exceso de tracción y de uso. La carga constante sobre la zona de origen de esa fascia deriva en micro-desgarros e inflamación, lo que causa dolor.

¿Cuáles son sus causas?

• Presencia de Espolón Calcáneo: Es un crecimiento óseo (osificación) que aparece en el talón.
• Morfología del pie: Una forma de caminar anormal, tener los pies cavos (arco del pie muy pronunciado) o incluso los pies planos influyen en la distribución del peso y crean tensión en la fascia.
• Cambio de calzado: al renovar el calzado es común la aparición de un dolor en la fascia.
• Actividad de impacto repetitivo: somete al talón a demasiada carga y estrés (correr).
• Obesidad: provocará un exceso de carga en el pie.
• Edad: conforme envejecemos la fascia va perdiendo elasticidad, a la vez que la musculatura va perdiendo fuerza por lo que favorece la aparición de lesiones.

Síntomas

El síntoma principal de la fascitis es un dolor agudo en la zona interna del talón que puede afectar la calidad de vida haciendo dolorosas incluso las actividades diarias más sencillas.

Ese dolor suele ser más intenso al levantarse, debido a que la fascia con el reposo de la noche se hace “más corta” y al dar los primeros pasos tracciona con más fuerza. Por ello una vez que hemos caminado un poco, la fascia se estira y suele disminuir la molestia a lo largo del día.

También suele ser más doloroso al palpar la planta o la cara interna del talón.

El dolor suele ir acompañado de hinchazón leve, enrojecimiento y sensibilidad en la parte inferior del talón.

Hay que tener en cuenta que cuando aparecen los primeros síntomas, se debe empezar a tomar medidas porque tenemos muchas posibilidades de que la fascitis se vaya agudizando y llegue un momento en el que sea muy limitante para la vida deportiva e incluso para la vida normal de una persona, pudiendo llegar la tirantez de la fascia a provocar la aparición de un espolón.

¿Cómo prevenir la fascitis plantar?

Para prevenir esta lesión tenemos que conocer cómo son nuestros pies. 

• Elección de una zapatilla adecuada. Ésta debe ser confortable y tener un tamaño adecuado al pie. Evita estar de pie o caminar descalzo, así como el calzado sin sujeción (sandalias). 
• Revisar la pisada para ello es necesario un estudio biomecánico por parte de un podólogo
• Evitar el sobrepeso, el exceso de kilos someten a la fascia a un esfuerzo extra.
• Realizar calentamiento previo a la actividad y estiramientos antes, después y antes de ir a la cama para flexibilizar la musculatura y la fascia.

Si a pesar de todas estas medidas de prevención aparece dolor en la planta del pie, la visita al fisioterapeuta puede evitarnos que se cronifique y pueda producirnos otro tipo de problemas. 

¿Cuál es el tratamiento más adecuado?

El tratamiento de una fascitis plantar es la combinación de varios métodos, entre ellos están:

• Aplicación de hielo 3-4 veces al día en periodos de 10-15 minutos.
• Reposo relativo: evitar esfuerzos extra sobre el pie, pero sí que podemos seguir realizando una vida diaria normal.
• Ultrasonidos: Entre sus efectos están la reducción del dolor, aumento del riego sanguíneo, aumento del metabolismo y reducción del espasmo muscular.
• Ondas de choque: Estas ondas sonoras estimulan los tejidos lesionados y consiguen acelerar el proceso de curación. Esta técnica suele ser bastante dolorosa y se utiliza en fascitis plantar crónicas.
• Masaje transverso profundo: conseguir una pérdida del tejido y absorción del edema.
• Estiramientos de la musculatura posterior de la pierna: Gemelo y Sóleo principalmente.
• Si la pisada no es la correcta es necesario el uso de plantillas personalizadas realizadas por podólogos.
• Ejercicios en casa

Ejercicios para realizar en casa

En casa podemos realizar unos ejercicios para aliviar el dolor, pero siempre deben ser dirigidos y supervisados por fisioterapeutas.

Os dejo algunos ejemplos:

• Podemos congelar una botella de agua pequeña, ponerla bajo la planta y presionar la botella bajo el talón, haciendo movimientos hacia delante y atrás.
• Andar de puntillas o de talones.
• Colocar una toalla o cinta de la zona de debajo de los dedos y tirar del pie hacia nosotros.
• Coger un bolígrafo o arrugar una toalla con los dedos de los pies.
• Automasajearse con una pelota pequeña colocándola en la planta del pie, presionarla y mover hacia delante, atrás y hacia un lado y otro.
• Estiramientos de la musculatura isquiotibial y los gemelos (en una publicación anterior sobre estiramientos os muestro como realizar estos estiramientos correctamente).