¿Qué es la fisioterapia del suelo pélvico?
La Fisioterapia pelviperineal es una disciplina
terapéutica que permite evaluar y tratar disfunciones del suelo pélvico y de
la esfera sexual que acompañan a la mujer en el posparto y la
menopausia y al hombre después de la cirugía de próstata.
También, pueden necesitar un tratamiento preventivo o
rehabilitador las mujeres que no hayan dado a luz ni estén en periodo
perimenopáusico, así como los hombres que jamás hayan pasado por un quirófano
para que les realicen una prostatectomía.
Patologías del suelo pélvico
Cuando los músculos del suelo pélvico están débiles, demasiado
tensos o han sufrido alguna lesión (desgarro, episiotomía) se puede alterar el
funcionamiento de los órganos pélvicos, lo que puede causar algunas de estas
disfunciones:
1. Incontinencia urinaria
La incontinencia es un problema tan común como silenciado tanto
en mujeres como en hombres. Alrededor del 30% de la población adulta padece
esta dolencia, que consiste en la pérdida involuntaria de orina. La sufren
tanto mujeres como hombres. Hay varios tipos:
- De esfuerzo: Se presenta durante el incremento de la
presión abdominal (con esfuerzo físico, la tos, los estornudos) en ausencia de
contracción del músculo detrusor.
- De urgencia o vejiga inestable: Se caracteriza por
ir acompañada de deseo intenso y súbito de orinar donde el paciente
generalmente tiene conciencia previa pues siente que tiene ganas de orinar y no
puede evitarlo. Suele asociarse a contracciones involuntarias del músculo detrusor
por defectos neurológicos o inestabilidad vesical
- Mixta: Combina urgencia y la emisión de orina al
realizar esfuerzos, ejercicio, estornudar, toser o reír.
- Por rebosamiento: Asociada a una sobredistensión de
la vejiga cuando la presión intravesical excede a la presión uretral máxima
debido a una elevación de la primera asociada a sobredistensión vesical con o
sin actividad del detrusor. Se manifiesta en forma de goteo, gota a gota o en
chorro fino sin fuerza y breve y está asociada a una retención de orina
continua. Se da en ausencia de deseo miccional.
- Neurógena: Toda alteración de la dinámica miccional
cuyo origen está en el sistema nervioso
Se ha demostrado que la fisioterapia ayuda a fortalecer los
músculos del suelo pélvico, contribuyendo a contrarrestar de forma considerable
las pérdidas de orina.
¡¡MUY IMPORTANTE!! NO NORMALICEMOS QUE, AL TOSER, REIR O
HACER UN ESFUERZO TENGAMOS PÉRDIDA DE ORINA.
2. Prolapsos
El prolapso consiste en el descenso de uno o más órganos
de la cavidad pélvica hacia el exterior. Es una patología que afecta a la
calidad de vida de la mujer y suele diagnosticarse en un 50% de las mujeres
multíparas.
Se debe principalmente a la debilidad de los sistemas de
sostén (músculos, ligamentos y fascias) que mantienen y suspenden a estos
órganos pélvicos, impidiendo que salgan por la vagina.
Los factores de riesgo más importantes son embarazo
y el periodo expulsivo durante el parto, donde se produce una gran
distensión de la musculatura del suelo pélvico, así como del tejido conjuntivo
de sostén, lo que produce su debilitamiento y pérdida de su tensión natural.
Esta caída visceral también puede verse agravada durante la
menopausia, por los cambios hormonales que tienen lugar (disminución de
estrógenos) o bien por cirugías abdominales y/o pélvicas.
Algunos síntomas que podemos presentar en presencia de un
prolapso genital son: sensación de tener un bulto en la vagina, sensación de
vagina abierta, incontinencia urinaria y/o fecal o dolor durante las relaciones
sexuales.
De los 4 grados de prolapso existentes, el 1 y el 2 pueden
mejorar significativamente con la fisioterapia, siendo necesaria la
intervención quirúrgica en el grado 3 y 4, cuando el órgano sale por la vagina.
3. Otras indicaciones
Se pueden realizar fisioterapia del suelo pélvico en mujeres
embarazadas antes del parto para así flexibilizar la musculatura del suelo pélvico
y que el parto sea mejor.
También está indicada en personas con disfunciones
sexuales.
Por último, es conveniente que tanto mujeres como hombres
tengamos un suelo pélvico fortalecido para así evitar lesiones futuras o ante
una intervención tener mejor recuperación y no esperar a tener cualquier afectación
de esta zona para tratarlo.
Técnicas de Fisioterapia
En la primera consulta se realizará una valoración y
diagnóstico de fisioterapia, junto con la puesta en marcha de un plan de
tratamiento personalizado para cada paciente. Las técnicas más utilizadas son:
- Ejercicios de Kegel: consisten en contracciones
voluntarias de los músculos del suelo pélvico, que sostienen el útero, la
vejiga, el intestino delgado y el recto y así fortalecerlos.
- Abdominales hipopresivos: son un tipo de ejercicio que se basa
en la presión y tensión, depende muchísimo
de la respiración y una de sus características principales es la apnea.
Pero hay que tener en cuenta que si se hace de una manera no
dirigida y descontrolada puede llegar a provocar otras patologías de origen
mecánico.
- Biofeedback electromiográfico: Esta técnica es
bastante frecuente en los tratamientos de obstetricia, urología, proctología y
ginecología. Un sofisticado equipo registra en un gráfico la función biológica
del organismo, incluyendo la actividad de los músculos del suelo pélvico.
Gracias a un dispositivo electrónico podemos comprobar en pantalla si
realizamos las contracciones de suelo pélvico correctamente.
- Electroestimulación muscular: Induce la contracción
pasiva de la musculatura perineal y el esfínter uretral al aplicar una
corriente eléctrica a través de la pared vaginal o anal. Combinado con el
trabajo de nuestros ejercicios de fortalecimiento de suelo pélvico permite
mejorar el tono, la fuerza y la velocidad de contracción de la musculatura.
- Estimulación del músculo tibial posterior: se utiliza
únicamente para el tratamiento de las incontinencias urinarias de urgencia ya
que consiste en estimular el músculo tibial posterior.
Este músculo comparte inervación con el músculo detrusor y
mientras estimulamos el músculo tibial posterior relajamos el detrusor, que se
ve sobre ejercitado en las incontinencias urinarias de urgencia.
- Ultrasonidos o termoterapia: Aumenta la temperatura
en los tejidos profundos lo que aumenta su capacidad de regeneración. Reduce la
inflamación y el dolor. Por su capacidad desfibrosante también sirve para
tratar cicatrices como la de la episiotomía.
- Técnica miofascial: También indicada para casos en
los que haya dolor pélvico. Esta terapia manual se centra en las estructuras
miofasciales que repercuten en las estructuras a nivel local y también sobre
las neuromusculares, lo que permite reducir o eliminar el dolor.
- Masaje perineal para embarazadas: Este tipo de
masaje se realiza a partir de la semana 34 de gestación, para reducir la
incidencia de episiotomías y desgarros. El objetivo del masaje perineal es el
de “despertar” al periné, estirándolo, ablandándolo y dándole más elasticidad
para que en el momento del parto esté más preparado para abrirse.
Además, este masaje sirve para conocer un poco las
sensaciones que sucederán durante el parto y familiarizarse con ellas, ayudando
así a relajar la zona durante el parto.
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